12 trabajos de castigo en la mitología

¿Qué son los trabajos de castigo en la mitología?

Los trabajos de castigo en la mitología son una serie de tareas difíciles y peligrosas que se les impone a los héroes o dioses como una forma de expiación por sus acciones. Estas pruebas se consideran un castigo por sus transgresiones y a menudo se les encomienda a cumplirlas como una forma de redimirse.

1. El trabajo de Hércules

Uno de los trabajos de castigo más conocidos es el de Hércules, también conocido como Heracles. Tras asesinar a su esposa e hijos bajo el influjo de la diosa Hera, Hércules fue condenado a cumplir doce trabajos para el rey Euristeo como una forma de expiar su culpa.


1.1 La captura del león de Nemea

El primer trabajo que Hércules tuvo que cumplir fue la captura del temible león de Nemea, una criatura gigantesca que no podía ser herida por armas normales. Hércules logró estrangularlo y lo llevó a Euristeo como evidencia de su éxito.

1.2 La muerte de la hidra de Lerna

El segundo trabajo consistió en matar a la hidra de Lerna, un monstruo con múltiples cabezas que crecían cuando alguna de sus cabezas era cortada. Hércules logró derrotarla con la ayuda de su sobrino Iolao, quemando las cabezas cortadas para que no volvieran a crecer.

1.3 La captura del jabalí de Erimanto

El tercer trabajo de Hércules fue capturar al jabalí de Erimanto, una criatura salvaje y mortal. Hércules logró atraparlo utilizando una red especial y lo llevó ante Euristeo como otro éxito.

1.4 La caza del ciervo de Cerinea

El cuarto trabajo consistió en cazar al ciervo de Cerinea, un animal sagrado dedicado a la diosa Artemisa. Aunque el ciervo era extremadamente rápido, Hércules logró capturarlo después de perseguirlo durante un año entero.

1.5 La limpieza de los establos de Augias

El quinto trabajo fue limpiar los establos del rey Augias, que albergaban una gran cantidad de ganado y estaban sumamente sucios. Hércules logró realizar esta tarea desviando el curso de dos ríos para que limpiaran los establos en un solo día.

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